Un viernes laboral en el mes de julio

Todavía recuerdo aquellos días de verano en los que recién estrenada en el mercado laboral noruego y todavía con la mentalidad mexicana, me asombraba por la facilidad con que las semanas laborales se reducían de 5 a 4 días; por el hecho aceptado de que el viernes se convirtiera en un día de 5 horas laborales y quizá 3 de ellas efectivas, por las innumerables pausas para fumarse un cigarro y por una serie de etcéteras que en otros países serían impensables.

Los buenos días soleados no se tienen todos los días y por lo tanto deben ser aprovechados en el momento que llegan, por eso nadie reacciona cuando los viernes a partir de la 1 o 2 de la tarde comienza a escucharse por todos lados la frase tan esperada "god helg" y ya ni se diga si uno se va a la cabaña el fin de semana, entonces el viernes se acaba al medio día. Ahhh, bendito sistema noruego que nos permite disfrutar del verano como se debe: con semanas cortas y largos fines de semana.